miércoles, 24 de septiembre de 2008

Escapismo


A punto de entrar en una reunión de trabajo he recordado la promesa que me hice a mi mismo la primera vez que viaje por las islas griegas. Llegará el día en el que deje todo esto. Sólo lo sabré yo. Una mañana me echarán de menos en el curro, llamarán a mi casa, a mi móvil, preguntarán a mis amigos. Entonces se enterarán de que me fui para no volver. Esa será mi venganza. Podré un chiringuito en una playa perdida, atenderé a los pocos turistas que se acerquen por allí, pondré música de Bob Marley en el equipo del bar, jugaré con los clientes al ajedrez, beberé café frappe, saldré a correr por la orilla y la única conexión con el mundo será a través de internet.


Me llaman. Es la hora de la reunión.

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