viernes, 16 de enero de 2009

El ángel que se sienta en tu hombro derecho


Una etapa del viaje termina y otra comienza. Santiago Rival hace las maletas para irse (no muy lejos, la verdad) con la música a otra parte. La vida puede cambiarte en 10 minutos, el tiempo que tarda un jefe en decidir que te cambia de sección. Seguramente lo que el pretende es tapar un agujero en la redacción moviendo peones. Lo que ocurre es que esa decisión te marca de por vida. Yo trabajaba haciendo tornillos y ahora voy a pintarlos. El trabajo, dentro de la misma fábrica, no tiene nada que ver. Si todo sale bien, siempre corres el riesgo de encasillarte, de que te consideren pintor de tornillos ya de por vida. Por eso me parece bien cambiar de vez en cuando, antes de que lo etiqueten a uno, antes de que el rodillo de la rutina te aplaste. Soy un tipo con suerte. Siempre que he pasado por momentos de dudas o desánimo, ha pasado algo que me ha situado en otro lugar del mapa con un nuevo proyecto en marcha. La verdad, no puedo quejarme. Tengo un ángel de la guarda que hace horas extras cuando más lo necesito.


Lo que no quiero es dejar el blog. Eso seguro. La foto la hice en París, a la estatua de un ángel sin cabeza colocada en las Tullerías.


Otro día, el diablo que se sienta en el hombro izquierdo

1 comentario:

Sofía de Juan dijo...

para mi tambien empieza a otra etapa, santiago.....siento la desapación, pero en este ultimo mes....todo lo que tenia se fue y he tenido que vover a nacer.
te escribiré con mi nueva dirección y largas historias, a ver si en mi nuevo hogar podemos quedar para ese cafe que nunca llega. Me encantan tus post, siempre.
Un abrazo