jueves, 8 de mayo de 2008

Fronteras (III) La trinchera urbana


Ya no hay guerra en Irlanda del Norte. O eso dicen. Pero las cicatrices perviven en Belfast. Las trincheras son muros, casas derruidas, calles desérticas. A un lado, el barrio católico de Falls y sus referencias al IRA, sus 'héroes' fallecidos y sus años de plomo en los laterales de las viviendas de ladrillo rojo. Al otro, el fortín de Shankill Road, el bastión protestante: unas cuantas manzanas, algunas de ellas ya deshabitadas, donde la pobreza convive con el alcoholismo, el paro y el odio eterno al enemigo. Aquí también tienen 'héroes' y leyendas que contar. El conflicto se palpa: los niños de un barrio no juegan con los del otro. La calle es una frontera. La sede del Sinn Fein luce orgullosa sus banderas irlandesas. Al otro lado de la calzada, esta enorme Union Jack avisa al visitante de que, traspasado ese umbral, cambian las reglas, los amigos, los enemigos, los mensajes. Aquí eres bienvenido, aquí no. Así de simple. Blanco o negro. O estás conmigo o contra mí.


Cuidado al cruzar la calle.

2 comentarios:

uminuscula dijo...

truth is out there..

Sofía de Juan dijo...

Creo que viajas mucho mucho más que yo!!

leerte me hace morir de envidia, desearía poder ver y entender cada uno de esos lugares como tú, pero supongo que parte de la magia de esos parajes está en como los cuentas, en la experiencia que hay detrás.me encanta tu blog. Gracias.